Salimos de una habitación, doblamos a la izquierda, y a unos tres metros de la puerta ya se escuchaban gritos y llantos. Llegamos frente a la habitación y nos miramos. Asentimos con la cabeza y nos asomamos. Permiiiiiiiiso…. Sí, dijeron. Y entramos nomás.
Los gritos y el llanto provenían de una nena. Nos presentamos, y los gritos y el llanto continuaban. Nos metimos en la tarea, intentamos, pero los gritos y el llanto seguían.
Por el gesto de la mamá y por la postura de la nena, pudimos entender que era un caprichito, un enorme caprichito. Entonces, nos pusimos manos a la obra.
La Dra. Nivea Pons sacó su instrumento y el Dr. Preparado sacó los suyos. Sonó el primer acorde y… sí, seguían los gritos y el llanto…
Y así como pudimos ver los gestos de la mamá y la nena, la Dra. Nivea pudo ver que sobre la cama había peluches y muñequitos con hermosos moños.
La Dra. Nivea miró al Dr. Preparado y le dijo: “Moños como el suyo, Dr. Preparado”. (Vale aclarar que el moño del Dr. Preparado es rosa y muy hermoso).
En ese mismo momento se detuvieron los gritos y el llanto. ¿Pueden creerlo? Y la música dio lugar a la canción de los moños. Para acompañar, el Dr. Preparado iba sacando de su bolsillo un montón de cosas y todo lo que salía del bolsillo como por arte de magia, y previa consulta a la nena y tras su consentimiento y aprobación, era convertido en un moño . Así, un cazú, una pelotita, un balero, un huevito de percusión, otro cazú, una libretita, otro huevito, un títere, y muchas cositas más, fueron a amontonarse debajo del cuello del Dr. Preparado. ¿Pueden creerlo?
Cargado de moños, el Dr. Preparado salió de la habitación guiado por la Dra. Nivea. Y ya no se escuchaban ni gritos ni llantos. ¿Pueden creerlo?
Dr. Preparado (Leo Quiróz) y Dra. Nivea Pons (Lucía Schaab)
Hospital Posadas