En la habitación estaban Santiago y su papá. Vimos que Santiago tenía en su cama las sábanas de Star Wars. Pedimos permiso y pasamos.
Le contamos a Santiago que justo estábamos por hacer una expedición al espacio. La Dra. Maní se quedaría en la torre de control y el Dr. Roberto se iría de viaje a conocer nuevos mundos. La nave despegó y al ratito el Dr. Roberto ya estaba en el espacio.
Los payasos nos comunicábamos por radio. La Dra. Maní preguntaba ¿cómo es la luna de cerca?, ¿cómo se ve la Vía Láctea? ¿Cómo está el clima allá? Y el Dr. Roberto respondía que la luna se ve hermosa, que la Vía Láctea es enorme y que el clima estaba un poco fresco.
En un momento perdimos la comunicación. La radio empezó a hacer un ruido raro y no nos escuchábamos. Nos habíamos desconectado. Por suerte estaba Santiago para ayudarnos. Mediante su radio, él tenía el poder de pasar los mensajes y hacer que pudiéramos comunicarnos.
Nos ayudó muchísimo.
En un momento, el Dr. Roberto tuvo que emprender la vuelta a nuestro planeta y la Dra. Maní le dijo a Santiago si por favor podía decirle al Dr. Roberto que trajera un pedacito de estrella como recuerdo de tan lindo viaje. A Santiago le encantó la idea y le pasó el mensaje. “Ya que está por ahí preguntale si puede traer un pedacito del sol también”, le dijo la Dra. Maní. Y Santiago, ya experto en el tema, contestó que no, que no se podía. “Eso es más difícil porque el sol es muy caliente”, dijo.
Entendimos que el que sabe sabe y aceptamos su sugerencia.
Estamos siempre atentos a las pistas que nos permiten jugar, a aquellos datos de la realidad que nos sirven para viajar desde ahí a otros mundos. Como despegar desde una sábana hacia el espacio. Hasta donde los chicos pueden y quieren llegar. Trayendo un pedacito de estrella si es posible, o dejando el sol ahí donde está.
Dra. Maní Curí (Luciana Buschi) y Dr. Roberto (Juan Matías Garoberea)
Hospital de Niños Pedro Elizalde (ex Casa Cuna)