Soy la Dra. Maní Curí, una mujer casada. Mejor dicho, recién casada.
Todo empezó un martes al salir de una habitación del hospital de día del Elizalde cuando Walter, desde la sala de enfermeros, nos cantó al Dr. Roberto y a mí la marcha nupcial.
Le dijimos que justo habíamos puesto fecha para el casamiento, que lo íbamos a festejar la semana siguiente.
Como no teníamos nada preparado decidimos que la celebración iba a ser ahí mismo, en el hospital de día, y que Walter iba a ser el juez.
Absolutamente dispuesto, Walter nos inventó dos alianzas con material descartable. Las tomamos con cuidado y las guardamos como se guardan los objetos más valiosos.
El martes siguiente todos nos esperaban para hacer la gran celebración.
Walter me dio el velo y el ramo. Dos médicas fueron las damas de honor.
Un médico, listo para resolver urgencias, tomó el papel de “mi padre” para acompañarme hasta el altar.
Como no hay fiesta sin invitados, salieron familias de las habitaciones. Celebramos todos juntos. ¡Y hasta tiré el ramo!
Sí, la foto salió movida. Pero lo importante es recordar el momento, ¿no?
Mientras el Dr. Roberto y yo disfrutábamos de los últimos saludos por nuestra nueva vida juntos, un nene agarró el ramo y se lo regaló a su mamá.
Dra. Maní Curí (Luciana Buschi)
Hospital de Niños Pedro Elizalde (ex Casa Cuna)