La historia de Thiago conmueve al país. Con sólo 7 años y tras pasar la etapa más complicada de un tratamiento contra la leucemia, bailó y cantó junto a los payasos de Alegría Intensiva. Ese momento fue registrado por su madre en un video que apareció en varios portales de noticias.
En febrero de 2015 a Thiago le diagnosticaron leucemia en el hospital Houssay y fue trasladado automáticamente al hospital Posadas. Alejandra, su madre, nos contó cómo empezó lo que ella definió como una pesadilla: “Sentí que se me venía el mundo abajo. Tuve que secar las lágrimas, tragar saliva y ponerle el pecho”.
Empezó el tratamiento mientras su mamá trataba de explicarle qué le estaba pasando. “Él no entendía por qué de golpe no podía correr. Estaba internado, sentía dolor. Le dije que eran unos bichitos que le entraron en la sangre y que tenía que tomar la medicación para que le mataran los bichitos”.
Thiago cambió de repente. “No hablaba con nadie, odiaba el hospital. Lo fue entendiendo y después de dos bloques de internación le cayó la ficha y volvió a ser él”, contó Alejandra.
Desde chiquito, a Thiago siempre le gustaba disfrazarse. Cuando iba al hospital le pedía a su mamá que le llevara los disfraces. “Con los compañeritos de la sala siempre fue medio payasito”, contó su mamá entre risas.
En noviembre del año pasado terminó con las internaciones y la quimioterapia. Actualmente está en etapa de mantenimiento. Lo más duro ya pasó.
En el hospital conoció a los doctores Lagarza y Preparado, de Alegría Intensiva, a quienes veía cuando divertían semana a semana a los chicos que aguardan ser atendidos en las salas de espera de Hematooncología y Pediatría del hospital. Se acercó especialmente a ellos durante un tiempo en el que le tocó estar internado.
Un día que había ido al hospital disfrazado de Topa, el animador infantil, el Dr. Preparado se le acercó, hablaron y Thiago se sumó a los payasos. “Se puso a cantar, fue todo muy espontáneo”, recordó la mamá.
Al terminar, ella le preguntó qué pensó en ese momento. “Yo muchas veces estuve sentado en el hospital de día y es feo estar esperando a que te llamen, que te atiendan. Yo sé que te da miedo que te pinchen”, le respondió.
“Se pone en el lugar del otro. Como él ya estuvo ahí, quiso distraerlos por un ratito, que se diviertan y que canten con él”, concluyó la mamá.