Como todos los martes el Dr Riten, la Dra Stacatta y yo entramos en una de las habitaciones del Cim (Cuidados Intensivos y Moderados) 32, esta vez sin saber que allí nos esperaba Manuel y su familia.
Acompañados por la música que proponía la Dra Stacatta comenzamos a cantar canciones que Manuel y sus papás nos pedían, una tras otra. Y, cuando terminamos el primer tema de esa mañana musical, recibimos un regalo sorpresa.
El papá de Manuel pidíó la guitarra a Stacatta, consultó a su familia que canción cantar y a la cuenta de tres comenzó un recital especialmente para nosotros. Cantó zamba, chamamé, canciones melódicas y cuando terminó nos dijo: “Es mi forma de agradecerles el trabajo que hacen y la alegría que nos brindan cada día”.
Finalmente para terminar esa mañana tan especial nos despedimos con un coro donde todos interpretamos Zamba de mi Esperanza todos juntos. Otra vez nos fuimos creyendo que algo nuevo había ocurrido esa mañana.